Cuando ya tenemos el archivo correcto, tenemos que pasarlo por el software de laminado. Las impresoras 3D imprimen sus piezas en capas fundiendo el hilo de la bobina del material.
En el software de laminado le decimos a la impresora cómo debe imprimir la pieza, la velocidad de impresión, la cantidad de material que sale por el extrusor, las medidas, la posición inicial de impresión, etc.
Hay muchos programas de laminado, algunos de pago y otro de código abierto. Uno de los más conocidos y usados es Cura, un programa gratuito. Con este programa te puedes crear varios perfiles según tu impresora. Incluso introduciendo los datos de tu materia prima te dice cuántos gramos gasta la pieza y cuánto dinero te cuesta fabricarla. Hay una gran cantidad de tutoriales para configurar este herramienta en Youtube de forma muy sencilla y visual.
Dependiendo de la pieza que quieras imprimir tendrás que cambiar algunos parámetros. Por ejemplo, si quieres imprimir una pieza con mucho detalle, deberás bajar la velocidad de impresión y también la altura de capa (cuanta menos altura de capa, más calidad). De este modo lograremos imprimir una pieza con mayor calidad, pero a cambio, el tiempo de impresión aumentará.